Fascinante y bellísima película, dirigida por el canadiense Jean-Claude Lauzon, un hombre con un talento increible, pero que un accidente de avión, acabó con su vida, cuando solamente contaba 43 años de edad. "Léolo", es la historia de un niño con una imaginación desbordante que vive con su familia, una familia muy peculiar por cierto, allá en un humilde barrio de Montreal, y el chico está loco por su vecina, y por si fuera poco está convencido de que nació de un tomate fecundado por un italiano... Una obra maestra, una película inolvidable, esto es "Léolo", si señor. Y es que el genial director, nos hace de esta historia un emotivo retrato, de la infancia, a la vez que crudo y triste, pero también muy bello. Una película, que de verdad no hay nada despreciable, empezando por la sensacional fotografia a cargo de Guy Dufaux (un extraordinario profesional, que también trabajó con Lauzon en "Un zoo la nuit"), y aquí usando una tonalidad de colores cálidos, que son una verdadera maravilla, y seguido de una preciosa banda sonora de Richard Gregoire. Y en cuanto a los actores, pués geniales todos (aunque la mayoria algo desconocidos), pero solo mencionaré primero a Maxime Collin, metido hasta el alma de ese niño maravilloso y enamorado de su Italia y de su Bianca, y a Giuditta del Vecchio, ese amor platónico. En fín, una película inolvidable, una pequeña joya del cine canadiense, y en donde todo, pero absolutamente todo está cuidado al detalle. Una película de las que tocan fibra porque a nadie deja indiferente. Una película que hay que ver (aunque ¡ojo!, que contiene algunas escenas algo desagradables). Matrícula de Honor. "Léolo", logró la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid.
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Fascinante y bellísima película, dirigida por el canadiense Jean-Claude Lauzon, un hombre con un talento increible, pero que un accidente de avión, acabó con su vida, cuando solamente contaba 43 años de edad. "Léolo", es la historia de un niño con una imaginación desbordante que vive con su familia, una familia muy peculiar por cierto, allá en un humilde barrio de Montreal, y el chico está loco por su vecina, y por si fuera poco está convencido de que nació de un tomate fecundado por un italiano... Una obra maestra, una película inolvidable, esto es "Léolo", si señor. Y es que el genial director, nos hace de esta historia un emotivo retrato, de la infancia, a la vez que crudo y triste, pero también muy bello. Una película, que de verdad no hay nada despreciable, empezando por la sensacional fotografia a cargo de Guy Dufaux (un extraordinario profesional, que también trabajó con Lauzon en "Un zoo la nuit"), y aquí usando una tonalidad de colores cálidos, que son una verdadera maravilla, y seguido de una preciosa banda sonora de Richard Gregoire. Y en cuanto a los actores, pués geniales todos (aunque la mayoria algo desconocidos), pero solo mencionaré primero a Maxime Collin, metido hasta el alma de ese niño maravilloso y enamorado de su Italia y de su Bianca, y a Giuditta del Vecchio, ese amor platónico. En fín, una película inolvidable, una pequeña joya del cine canadiense, y en donde todo, pero absolutamente todo está cuidado al detalle. Una película de las que tocan fibra porque a nadie deja indiferente. Una película que hay que ver (aunque ¡ojo!, que contiene algunas escenas algo desagradables). Matrícula de Honor.
"Léolo", logró la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid.
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